El Restaurante Picnic

Os queremos presentar un restaurante con mucha solera en Sitges. Algunos de vosotros ya lo conoceréis, por que habéis comido en él, o quizás conocéis su oferta nocturna de copas y cocteles, o tal vez, habéis tomado un aperitivo en su fantástica terraza con vistas al mar.

 

Para los que no lo conocéis, os dejamos aquí, el relato de una de nuestra últimas visitas.

PICNIC - BUENOS ARROCES CON VISTAS AL MAR EN SITGES

Junto con dos parejas de amigos y sus respectivos hijos e hijas, decidimos ir a comer al Picnic. Evidentemente, hicimos la reserva un par de días antes ya que si no, es difícil encontrar mesa.

El PICNIC situado encima del Passeig de la Ribera, entre la playa y el paseo propiamente dicho, por lo que la ubicación es privilegiada y permite disfrutar de unas espectaculares vistas al mar y la iglesia desde alguna de sus mesas. Para aquellos que vayan en coche, justo en frete del restaurante está el parquin subterráneo de la Avd. Sofia.

El local está dividido en diversos espacios con diferente oferta gastronómica: la terraza sobre el paseo, la más alejada del mar, se dedica a servir desayunos, aperitivos y tapas durante el día y por la tarde y noche es un bar de copas (PIQUENIQUE) con muy buen ambiente. La parte interior es el restaurante propiamente dicho y la terraza más cercana al mar, acristalada y aclimatada para poderla disfrutar tanto en invierno como en verano, está dividida en un lateral para el restaurante y otro para el bar de tapas. En la zona de restaurante más cercana al mar, las reservas tiene horario fijo. La gran demanda de estas mesas obliga a los, para mi, molestos turnos. Como ya tenemos el mar muy visto, siempre pedimos mesa en el comedor central.

En verano también se puede disfrutar del WaiPiqui, el chiringuito de la playa donde se puede alquilar una hamaca y pedir un cocktail, un bocadillo o unas tapas para disfrutarlo todo sobre la misma arena. Podéis consultar toda la oferta del Restaurante Picnic en su completa y detallada web: PICNIC

Al ir con un grupo de amigos, hemos optado por el formato que más nos gusta, el de compartir.

Nuestra comilona ha empezado con un pica pica compuesto por “melonjito” (dados de salmón marinado con gelatina de mojito), unas patatas bravas muy originales, con espuma de allioli al aroma de curry, pulpo a la gallega en su punto, sepia a la plancha con cebolla caramelizada y crujientes de habitas con butifarra. Todos los comensales hemos estado de acuerdo en que todos los platos estaban bien resueltos y presentados. También hemos valorado positivamente la creatividad de las patatas bravas, sorprendentes.

De segundo plato nos hemos decantado por dos arroces, aunque debemos confesar que la decisión ha sido difícil porque todos eran más que apetecibles.

El arroz con langostinos, ceps y salsa chimichurri nos ha sorprendido muy gratamente. Es un arroz algo caldoso donde el sabor y el olor de las setas dominan sobre los langostinos, pero la combinación de ambos sabores, junto con el fumet bastante potente y la salsa chimichurri, que habitualmente acompaña a platos de carne, ha sido un auténtico descubrimiento.

El arroz de pulpitos con alcachofas es más seco y nosotros ya lo habíamos probado en visitas anteriores, pero nuestros acompañantes no lo conocían y les ha encantado.

Para el postre ya estábamos todos bastante llenos y hemos decidido compartir una tarta Tatin con helado de vainilla y también, un bizcocho de chocolate fluido, el típico coulant de chocolate. Ambos postres estaban correctos.

Los cinco niños que nos acompañaban han compartido un pica-pica y un arroz “a banda” para tres que estaba espectacular, sequito, con mucho sabor a pescado pero sin ningún tropezón que impida disfrutar del arroz, tal como debe ser. De postres, tres de los pequeños comensales han optado por el tiramisú de la casa, realmente diferente.

La carta de vinos es bastante amplia, con una buena selección de vinos y cavas de la zona. Nosotros nos hemos decantado por un Viladellops Xarel·lo. Una apuesta segura para acompañar los platos que habíamos escogido.

Una ventaja que ofrece el restaurante Picnic a nuestros visitantes extranjeros es que su personal es multilingüe y disponen de la carta en varios idiomas... incluso en ruso!

También son de agradecer las opciones que ofrece la carta para celíacos y los menús infantiles, que demuestran la sensibilidad de los propietarios del local por adaptarse a todo tipo de público.

El total de la cuenta han sido unos 350€ para 6 adultos y 5 niños.